La primera parte de mi ruta por Escocia ha consistido básicamente en el trayecto entre Edimburgo e Inverness, con algunas otras escapadas por las Highlands y Glasgow, entre otros sitios. He podido disfrutar de los paisajes y la fauna salvaje de estas latitudes, que bien merecen la pena.
El primer día discurrió por el canal Union entre la capital escocesa y Falkirk, para después continuar hasta pasado Stirling, donde acampé en un parque público, que en realidad era el campo de fútbol del equipo local. Fue una jornada muy agradable, con buen tiempo y terreno plano, el recorrido fue por carriles bici compartidos con peatones, en el 90%, y un 10% por carretera convencional, todo asfaltado salvo algun kilómetro contado en el que fui campo a través y por pequeños senderos. Finalicé la etapa en Bridge of Allan, a la salida de Stirling, una cuidada y bonita ciudad con un agradable centro histórico y en la que la principal atracción es el castillo, que domina toda la localidad. Desde arriba, las vistas son muy bonitas, donde predomina el color verde del paisaje.
El segundo día acampé junto a las cascadas de Bruar, un lugar increíble. La etapa en esta ocasión se adentra en la region de Perth, una zona eminentemente rural, con muchas granjas. No hay muchos servicios por el camino, con lo que tengo que desviar un poco mi ruta para llegar a un supermercado Tesco en la carretera de circunvalación de Perth, por recomendación de un ciclista local. En el Tesco repongo provisiones y continuo avanzando hacia el norte a través de valles profundos rodeados de vegetacion, en los alrededores de Pitlochry, por la national route 7, aunque en algunos tramos la falta de señalización hace que tome un desvio equivocado y pedalee unos cuantos kilometros de más. Finalizo la etapa después de 150 km recorridos.
En esta epoca del año, poco después de las 3 AM ya es de día en el norte de Escocia, con lo que he madrugado bastante y completado largas jornadas sobre la bicicleta entre paisajes espectaculares y fauna salvaje. El recorrido hasta Inverness, no ha sido sencillo. En ocasiones el viento ha sido un importante obstáculo en el camino, además el terreno es muy ondulado.
La bicicleta de segunda mano ha respondido a las expectativas. En general, el tiempo ha sido bastante benigno, con largos ratos de sol y muchas horas de nubes, pero nada de lluvia.
Las infraestructuras ciclistas en Escocia son buenas, con muchos kilómetros de vías especialmente acondicionadas para los ciclistas, la mayoría compartidas con peatones. En ocasiones, son footpaths o caminos para ir a pie, muy estrechos, pero divertidos. Se puede ir con cualquier bicicleta sencilla. Algunos de estos caminos atraviesan zonas en las que hay abrir barreras o pasar entre campos de golf. A destacar la ruta nacional número 7, (national cycle route 7) que he seguido buena parte del tiempo. También, reseñable el elevado número de ciclistas que viajan por Escocia, sobre todo británicos. Por lo demás, he conocido a un cicloturista austríaco que ha hecho la ruta de Bristol a Edimburgo, a quien le robaron el año pasado las alforjas en el sur de Irán y no pudo continuar su ruta por Asia Central.
A continuacion, un resumen fotográfico de este viaje. La primera parte de Escocia.





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