El sábado llegamos a Khiva, su vieja ciudad intramuros fue el primer lugar de Uzbekistán declarado Patrimonio Mundial de la Unesco en 1991. Se trata de una pequeña y tranquila ciudad de 50 mil habitantes. En el camino, las temperaturas alcanzaron los 51 grados al sol. Cuando vimos un pozo de agua fresca paramos, y al ver que la gente local y unos niños nos decían que era apta para beber, así lo hicimos. La verdad que con el calor, fue muy refrescante a falta de 30 km para Khiva. Parece ser que ese agua llevaba bacteria incluída. El domingo por la mañana sufrí sus efectos en forma de vómitos y diarrea. Lo que iban a ser dos días de descanso como mucho, se han convertido en tres, ya que hasta ayer noche el organismo estaba debilitado. De manera que mañana estaré en disposición de iniciar el siguiente reto: Cruzar el desierto Kyzyl Kum de camino a Bukhara, 450 kilómetros de puro desierto. La idea es llegar a Bukhara en 3 días.




Deja una respuesta