Tras dos semanas de espera, el lunes fuí a la embajada de Turkmenistán a ver si estaba mi Visado, pero la respuesta fue que se ha denegado, con lo que empecé a buscar alternativas. Tras barajar la posibilidad de volar a Dubai o Kabul, finalmente opté por volar a Aktau, Kazajstán, con escala en Baku. El coste del billete ha sido de 124 dólares. Así que empaqueté la bicicleta y esta mañana he cogido un taxi al aeropuerto. Desde ahí, he volado a Baku, donde me encuentro ahora mismo a la espera de coger otro avión para cruzar el Caspio, hasta Aktau. Desde allí, lo más probable es que coja tren hasta la frontera con Uzbekistán, donde pedalearé siguiendo la Ruta de la Seda. En el mismo avión desde Teherán y hasta Aktau, he coincidido con otros dos ciclistas franceses, Elisabeth y Remy.

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