Gradually, and although still a few months left, the departure date to northern Europe is approaching, so I decided to check myself with the bicycle.
At the end of the last year, I ran a half marathon with a mark of 1h:27m and good feelings. By May if everything goes as planned I will run my first marathon. So to prepare physically for this challenge during my training I’m going to combine the two sports that I have most practiced: athletics and cycling.
Taking advantage of the free time I have these days between exams and study hours, yesterday I did about 60 km, which took me almost 4 hours. I started up climbing with the mountain bike a pass unknown to me, La Barrerilla, connecting the provinces of Bizkaia and Araba. It is 7 km climb with an average gradient of 5.4 % and ramps up to 8%, during the 40 minutes it took to me reach the peak, the number of cars that passed me were counted with the fingers of the hand. (Photo 1, view of Orduña). (Photo 2, last meters of ascent). After here the journey continued through a flat relief, without a climbs till Aiurdin. From here, you begin to notice the transition from the atlantic landscape to the mediterranean one, with different climatic and topographic characteristics, the first characterized by the plantation forests and the second for lands for animals and some farms. I went through Goiuri, where I stop to see from a constructed balcony the spectacular waterfall that forms a few meters from the source of Altube river (Photo 3, Goiuri waterfalls). After, I crossed the Gorbea Foothills, through Zuia diapir. The last kilometers, almost over the the Plains of Alava but still a few miles from the capital, Vitoria-Gasteiz, discoursed on dirt roads from Letona to Foronda through Apodaka, and as rained the previous days, the mud showed up. I arrived to Vitoria for lunch time, after fighting several kilometres against the southwest wind through the secondary roads of the northwest rural area of Vitoria.
In short, yesterday bicycle trip was something different than I’m used to my usual workouts, which are usually in Bilbao and Getxo, flatter and close to the sea areas.
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Poco a poco, y aunque aún faltan algunos meses por delante, se va acercando la fecha de salida hacia el norte de Europa, con lo que es bueno ir probándose con la bicicleta.
A finales de año hice un medio maraton por debajo de hora y media con buenas sensaciones. Para mayo si todo marcha según lo previsto debutaré en la gran distancia, el maraton. De manera que para prepararme físicamente para este reto durante mi entrenamiento compaginaré dos de los deportes que más he practicado: el atletismo y el ciclismo.
Aprovechando el tiempo libre que me queda estos días entre exámenes y horas de estudio, ayer hice alrededor de 60 km, que me llevaron casi 4 horas. Empecé subiendo un puerto de montaña desconocido para mí, La Barrerilla, que conecta las provincias de Bizkaia y Araba. Son casi 7 kilómetros de subida con una pendiente media del 5,4 % y rampas de hasta el 8 %, durante los 40 minutos que tardé en subir el número de coches que me adelantó se cuentan con los dedos de la mano. (Foto 1, vistas de Orduña). (Foto 2, últimas metros de subida). Después la etapa se desarrolló a través de un relieve más plano. A partir de aquí, se empieza a notar la transición de un paisaje atlántico a otro más continentalizado con características climáticas y topográficas diferentes, el primero destaca por los bosques de plantación de pino y el segundo por pastos y zonas de cultivo. Pasé por Goiuri, donde hice una parada para observar desde el mirador el espectacular salto de agua que se forma, a pocos metros del río Altube (Foto 3, cascadas de Goiuri). Después crucé las Estribaciones de Gorbea, a través del diapiro de Zuia. Los últimos kilómetros, ya en la Llanada Alavesa pero aún a pocos kilómetros de la capital, Vitoria-Gasteiz, discurrieron por caminos de tierra desde Letona hasta Foronda a través de Apodaka, y como había llovido los días anteriores, el barro hizo acto de presencia. Para la hora de comer llegué a Vitoria, después de varios kilómetros luchando contra el viento del suroeste por las carreteras secundarias de la zona de Foronda.
En definitiva, la de ayer fue una vuelta algo diferente a las que estoy acostumbrado en mis entrenamientos habituales, que suelen ser por Bilbao y Getxo, zonas más llanas y cercanas a la costa.
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